La actual negación a la información proporcionada por los medios de comunicación masiva sobre el proceso de elección a presidente en México es al mismo tiempo una forma de demostrar que la realidad no es la misma, si bien las redes virtuales concentran solo a la clase media capaz de tener una computadora con acceso a internet no deja de representar la negación, ahora la pregunta es ¿cómo pasar de la opinión a la organización concreta?
Las marchas en contra de Enrique Peña Nieto sin duda son ejemplo de cómo la gente protesta por adelantado ante la probable confirmación de la carencia de democracia en México y la posible imposición de una figura plástica que funciona a los intereses del capital. ¿Qué haremos? ¿Continuaremos la queja en la virtualidad o es momento de pasar a la organización concreta?
Y esto no a favor de algún otro candidato, sino como, la exigencia de poder decidir el rumbo de nuestras vidas ante la constante imposición no solo en nuestro presente sino en las decisiones que dan forma constante a nuestras vidas en un futuro a corto y largo plazo.
Como nos organizamos, esto cada día está más claro, el medio no forzosamente pasa por las formalidades como partidos políticos los movimientos del año pasado nos dejan esto en claro. Si queremos hacer una transformación verdadera no podemos dejar de lado la generación de espacios de disidencia y negación que a la vez son y podrán ser espacios de organización, por esta razón es que las casas de estudiantes son desalojadas por en ellas se dan espacios de interacción de forma diferente a lo establecido por el capital por el simple hecho de generar una colectividad sobre el individualismo.
Es el momento de pasar de la protesta virtual a una propuesta concreta de articulación y reproducción de vidas otras y esto de forma real, hagamos otro mundo fuera de este medio virtual que bien dentro de su aparente sentido "democrático" nos ha ayudado a darnos cuenta que existen muchos que negamos la objetividad que la realidad en las televisiones nos dibujan, es momento de que nuestra subjetividad rebase el pensamiento y se materialice en la acción colectiva concreta, es momento de comenzar a construir una propuesta concreta y dar la vida en ello, pero ¿cómo esto es reflejado en lo concreto mas allá de la capacidad de convocatoria para la manifestación? que sin duda nos deja en claro una cosa, la realidad que nos intentan dibujar puede ser muy diferente al sueño que queremos vivir.
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