Es momento de comenzar a hacer de este movimiento un proceso de democracia real, todos debemos de involucrarnos y no solo en manifestarnos, nuestro trabajo también está en organizarnos, en escuchar la voz de los demás, en conocer la indignación del otro y en conjunto plantear no solo los problemas sino también soluciones, al ver las calles tan llenas solo una idea me viene a la cabeza que en palabras de Boaventura de Sousa se entiende como una primavera de los saberes.
En este trabajo no
se pretende generar una idea única sino muchas opiniones, porque ya no vivimos pensando
en él paradigma revolucionario, sino, en los paradigmas-otros (Walter Mignolo,
Historias locales/ diseños globales) porque en palabras de Saramago entendimos
que: el trabajo de convencer es una falta
de respeto, es un intento de colonización del otro. Cambiar el mundo sin
tomar el poder también es cambiar el mundo sin tomar la razón ya que en la
medida en que generemos una única idea lo que se genera es una única estructura,
burocratiza y domina lo natural, en pocas palabras: marchita la primavera.
Debemos de tener
en claro algo mas, la lucha que ahora observamos en México no es la única, los
problemas que el neoliberalismo ha generado en México también ha generado
resistencias, Cheran, Wirikuta, Atenco, Oaxaca, Chiapas, son claros ejemplos de
ello, estos son diferentes movimientos que conforman aquello que Luis Tapia
describe como un subsuelo político, una pluralidad de sujetos políticos que
plantean de manera constante transformar su entorno y que se hace visible en
grandes momentos de coyuntura, marcando y transformando de algún modo la
totalidad pero que después vuelve a su estado natural, a su subsuelo, a la
clandestinidad.
Es momento de
volver del caos una entropía, es momento de organizarnos para aquello que
nosotros queremos transformar sea pensando en el cambio radical que no solo se enfrasque
en el estado, teniendo mayor imaginación,
soñando fuera de él, porque el estado es una forma en la cual el capital
reproduce método de dominación y organización de lo social, el cómo vivimos no es
casualidad y son los intereses económicos los que en base a la política representativa
lo determinan ¿a alguien le queda duda de ello en nuestro país? Es por eso que
no podemos perder de vista lo que ellos hacen pero tampoco perdernos en ello ya
que como dice Raúl Zibechi participar en
el mundo Estatal debilita a los movimientos, desvía fuerzas de la tarea principal que es
fortalecer lo nuestro, Aun que lo nuestro por momentos no parezca tan
claro.
Si en las
marchas demostramos ser muchos ahora hagamos de ello una constante y que mejor
momento que las mismas marchas para ello, no pensemos en un sonido central, no
pensemos en solo la voz de unos cuantos, pensemos en hablar todos y para ello
no es necesario hacer una gran asamblea sino una atomización de ellas,
conozcamos la opinión de aquel que marcha a nuestro lado porque solo
participando descentralizamos los intentos de ponerle una marca a la indignación
que es de todos y haremos de lo nuestro algo
más claro.
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