martes, 17 de julio de 2012

La primavera mexicana y nuestro subsuelo político.




Es momento de comenzar a hacer de este movimiento un proceso de democracia real, todos debemos de involucrarnos y no solo en manifestarnos, nuestro trabajo también está en organizarnos, en escuchar la voz de los demás, en conocer la indignación del otro y en conjunto plantear no solo los problemas sino también soluciones, al ver las calles tan llenas solo una idea me viene a la cabeza que en palabras de Boaventura de Sousa  se entiende como una primavera de los saberes.

En este trabajo no se pretende generar una idea única sino muchas opiniones, porque ya no vivimos pensando en él paradigma revolucionario, sino, en los paradigmas-otros (Walter Mignolo, Historias locales/ diseños globales) porque en palabras de Saramago entendimos que: el trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización del otro. Cambiar el mundo sin tomar el poder también es cambiar el mundo sin tomar la razón ya que en la medida en que generemos una única idea lo que se genera es una única estructura, burocratiza y domina lo natural, en pocas palabras: marchita la primavera.

Debemos de tener en claro algo mas, la lucha que ahora observamos en México no es la única, los problemas que el neoliberalismo ha generado en México también ha generado resistencias, Cheran, Wirikuta, Atenco, Oaxaca, Chiapas, son claros ejemplos de ello, estos son diferentes movimientos que conforman aquello que Luis Tapia describe como un subsuelo político, una pluralidad de sujetos políticos que plantean de manera constante transformar su entorno y que se hace visible en grandes momentos de coyuntura, marcando y transformando de algún modo la totalidad pero que después vuelve a su estado natural, a su subsuelo, a la clandestinidad.

Es momento de volver del caos una entropía, es momento de organizarnos para aquello que nosotros queremos transformar sea pensando en el cambio radical que no solo se enfrasque  en el estado, teniendo mayor imaginación, soñando fuera de él, porque el estado es una forma en la cual el capital reproduce método de dominación y organización de lo social, el cómo vivimos no es casualidad y son los intereses económicos los que en base a la política representativa lo determinan ¿a alguien le queda duda de ello en nuestro país? Es por eso que no podemos perder de vista lo que ellos hacen pero tampoco perdernos en ello ya que como dice Raúl Zibechi participar en el mundo Estatal debilita a los movimientos,  desvía fuerzas de la tarea principal que es fortalecer lo nuestro, Aun que lo nuestro por momentos no parezca tan claro.

Si en las marchas demostramos ser muchos ahora hagamos de ello una constante y que mejor momento que las mismas marchas para ello, no pensemos en un sonido central, no pensemos en solo la voz de unos cuantos, pensemos en hablar todos y para ello no es necesario hacer una gran asamblea sino una atomización de ellas, conozcamos la opinión de aquel que marcha a nuestro lado porque solo participando descentralizamos los intentos de ponerle una marca a la indignación que es de todos y haremos de lo nuestro algo más claro.

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